Composición de la cerámica
La cerámica es un material de revestimiento antiquísimo. Nació a partir del trabajo con base arcillosa, hasta convertirse en la versátil y funcional pieza que es en nuestros días. En su composición, la cerámica actual sigue teniendo a la arcilla como materia prima; arcilla y agua, como antaño. Pero se incorpora a la receta elementos fundentes (óxido de hierro, carbonato de calcio, feldespato y otros), así como quemantes (que permiten una mejor cocción, como la lignita, el aserrín, la termoarcilla, entre otros), desengrasantes (arena, ladrillo molido, escoria y otros que quitan plasticidad) y plastificantes (como la bentonita y las arcillas trimórficas).De este modo, el material se hace más resistente a las exigencias diarias y climáticas, más duradero en su longevidad, y más versátil y maleable a la hora de adecuarse a determinados estilos. La moldería y las texturas también aportan más o menos permeabilidad a las piezas, haciéndolas antideslizantes, de fácil mantenimiento y limpieza, y de gran atractivo.